El Sermón del monte
Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a Él. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
Mateo 5:1-3 (LBLA)
Cambiador del Mundo: Nuestro Señor Jesucristo viendo la multitud que lo seguía se sentó junto con Sus discípulos para enseñarles la Palabra del Reino de Dios Su Padre y dijo: bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos. En lo natural si nosotros queremos entender esta promesa, tendríamos mucha dificultad porque siempre estamos pensando en lo físico y no en lo espiritual, pero Jesús utiliza la palabra bienaventurados para indicar algo grande o de larga duración, y esta palabra es una promesa de felicidad, de mucha bendición, de ser reconocido. Es una palabra que muestra todo el amor de Dios y derrama Su infinita gracia de una manera muy especial sobre una una persona para traer favor a la vida de quien lo recibe.
Los pobres en espíritu son aquellos que han reconocido la necesidad de Dios en sus vidas para poder vivir con esperanza, y entienden que si la mano de Dios y Dios mismo no está en ellos, su vida no tiene sentido y estarán totalmente perdidos.
*Por lo tanto Dios siempre viene al rescate de un corazón que se reconoce pobre en espíritu, que se abre para recibir la total y absoluta voluntad de Dios que es santa y perfecta.
Es necesario que sepamos que Cristo nos ama y dio Su vida por nosotros para ser nuestro Salvador y quiere entrar a vivir a nuestro corazón para que se cumpla todo el propósito para el cual fuimos creados por Dios Su Padre. Es por eso que hoy debes invitarlo a tu vida si todavía no lo has hecho (Romanos 10:8-13).
Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.
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