Que nuestro hablar sea si, si: no, no
Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Mateo 5:34-37 (RVR1960)
Cambiador del Mundo: Dios nos enseña que no demos juramento por nada y que nuestro hablar sea sí o no, porque todo lo demás procede del maligno. Antes de Cristo nosotros no entendíamos nada de lo que estas escrituras nos hablan hoy, pero es Jesús mismo hablando y explicando paso a paso todo lo que empezamos a necesitar cambiar en nuestra vida para no tener doble mente. El Señor estaba siempre reprendiendo a los fariseos, porque eran los que precisamente utilizaban los juramentos para su conveniencia, pero esto provocaba confusión entre la gente que los escuchaba y por supuesto si juraban era porque no estaban hablando la verdad. Desde el principio Dios le entregó a Moisés los Diez Mandamientos, uno de ellos era no tomar el Nombre de Dios en vano porque el que lo hiciera no sería inocente delante de Dios. Hablar en el Nombre de Dios nos coloca en gran responsabilidad tanto por lo que hablamos, como por las personas que van a escuchar el mensaje, y por eso es necesario hablar solamente la Palabra de Dios que está en la Santa Biblia. *Todo aquel que medita en la Palabra de Dios y escucha Su voz será como árbol plantado junto a corrientes de agua, cuya hoja no cae que da fruto en su tiempo y todo lo que hace prosperará (Salmos 1:2-3). Cristo te ama y Él quiere ser tu Rey y Señor, recíbelo hoy en tu corazón (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!