Rompiendo las ataduras del pecado y del pasado
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:16-17 (RVR1960)
Cambiador del Mundo: Leyendo estos versículos del día de hoy, podemos entender que no podemos seguir viviendo en la carne es decir en nuestra propia fuerza, porque aun Jesús que vivió en un cuerpo mortal, ahora ya Él está revestido del cuerpo de gloria. Cuánto más los hijos de Dios que estamos caminando por nuestra fe en Dios Padre y en nuestro Señor Jesucristo, también hemos dejado el pasado y nuestra vida carnal y pecadora, no por nuestra propia fuerza, sino por la gracia y la vida de Jesús y el Espíritu Santo que ahora viven en nosotros los siervos de Dios. *Lo maravilloso de ser un verdadero cristiano, es que somos nuevas criaturas y Dios nos ha adoptado como hijos en Su familia. Todo proviene de Su gracia empezando por nuestra reconciliación con Él a través de la muerte y resurrección de Jesús. Los que ahora vivimos en Cristo Jesús, ya no vivimos para nosotros mismos sino para aquel que murió y resucitó por nosotros. Es necesario también que aprendamos a mirar hacia los cielos y hacia delante porque un día compareceremos ante el tribunal de Cristo para dar cuenta de lo que hicimos cuando estábamos en la tierra, sea bueno o sea malo (2 Corintios capítulo 5). Nuestra vida aquí en la tierra es temporal y por eso tiene que ser nuestra decisión enfocarnos a lo que haremos en la eternidad con Dios, porque ahí nos daremos cuenta que valió la pena negarnos a nosotros mismos aquí en la tierra, tomar nuestra cruz y seguir a Jesús (Lucas 9:23-26, Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.
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