Jesús siempre predicando

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mateo 9:35 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Jesús no paraba de recorrer todas las ciudades y mientras Él iba de aldea en aldea, le traían gente con diversas enfermedades, entre ellos mudos atados espiritualmente, sordos, ciegos, lunáticos, paralíticos, y Él los sanaba a todos. Los ciegos veían, los mudos hablaban y la gente se maravillaba, y decían que nunca se había visto cosa semejante en Israel. Pero los fariseos decían que Jesús hacía todo esto por el príncipe de las tinieblas, ya que el celo que tenían de El los consumía, y su legalismo les impedía recibir el Espíritu Santo para discernir que Jesús era el Hijo de Dios. La labor de Jesús de predicar y ganar almas para Su Reino, fue incansable durante Sus tres años y medio de ministerio y muchos creyeron en Él, pues tenía compasión por todos. Este mensaje tiene que servirnos a todos los cristianos que hemos nacido de nuevo, como nuestra inspiración para que prediquemos sin cesar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, porque los días son cortos y los tiempos y las sazones se han estado cumpliendo como nunca antes. Aun al día de hoy muchas personas no han escuchado que Jesús es el único Camino, la Verdad y la Vida para recibir perdón y regresar a Dios Padre. *Dios promete a todo aquel que venga a Sus brazos, darle descanso y poner Su humildad y mansedumbre en el corazón de ellos (Mateo 11:28-30). Cristo te ama y quiere salvarte si pones en primer lugar el Reino de Dios y Su justicia (Romanos 10:8-13, Mateo 6:33). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar Su Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13) Aleluya.

Los milagros de Jesús

Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; más ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos. Mateo 9:18-19 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: El amor de Jesús es inagotable y aquí podemos verlo y entenderlo, ya que nunca se negaba a sanar a quien se lo pedía. En el camino a casa de este hombre principal, encontró arrastrándose en el suelo a una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, la cual se le acercó por detrás a Jesús y tocó el borde de Su manto; porque ella decía: si tocare solamente Su manto seré salva. Volviéndose Jesús y mirándola le dijo: ten ánimo hija tu fe te ha salvado y la mujer fue sana y salva dese aquella hora. Al llegar Jesús a la casa del principal vio gente que tocaban flautas y que hacían alboroto y Él les dijo: apartaos porque la niña no está muerta sino duerme. Y se burlaban de Él. Pero cuando la gente salió de la habitación, El entró y tomó la mano de la niña y ella de inmediato se levantó. Y se difundió la fama de este milagro por todo el lugar. *De la misma manera sucedió con todos nosotros los cristianos que hemos nacido de nuevo desde el día que confesamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, porque a partir de ese momento Él nos perdonó, nos sanó, nos limpió de todo pecado y nos dio vida nueva (Romanos 6:1-14). Cristo quiere hacer lo mismo con tu vida no importa cuál es tu condición el día de hoy. Abre tu corazón y déjalo entrar para que Él se glorifique en ti (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

La vida antigua y la vida nueva

Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.

Mateo 9:16-17 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: El cristianismo no permite mezclar el mundo y su pecado con la iglesia y la santidad, a menos que sea por causa de predicar el Evangelio y estar incansablemente siendo la luz y la sal de la tierra. La Iglesia tiene que salir a cambiar el mundo y no permitir que el mundo entre a cambiar la Iglesia, como en la actualidad tristemente está sucediendo. Jesús está enseñando que la vida vieja y su pecado, Él la lanzó al fondo del mar y no la traerá más a memoria, porque todo lo pasado tiene que quedar olvidado (Miqueas 7:19, 2 Corintios 5:17). La tela de un vestido viejo no resistirá la presión de un paño nuevo, porque al intentar costurarlo y mezclarlo con lo antiguo, será peor la rotura. Dándonos a entender lo que el Apóstol Pedro dijo, que es mejor no haber conocido la verdad del Evangelio, que después de hacerlo volvamos atrás ( 2 Pedro 2:20-21). Lo mismo sucede con los odres nuevos y viejos, el vino nuevo no se podrá almacenar o guardar en un odre viejo, porque se romperá y se desperdiciará ese vino. *Por lo tanto nosotros tenemos que ser odres nuevos para que Dios derrame Su Espíritu Santo en nuestra vida y podamos dar fruto bueno de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22). Cristo te ama y quiere entrar a tu vida para hacer una obra en ti (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Cuando Jesús nos llama

Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Mateo 9:9 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Mateo era un importante cobrador de impuestos públicos y pasando Jesús ese día por ahí, le dijo que le siguiera, y sin ningún argumento éste hombre le siguió. Esa misma tarde Mateo hizo una fiesta en su casa donde invitó a Jesús y muchos de sus amigos publicanos y pecadores fueron invitados a esa reunión y se sentaron a la mesa juntamente con Jesús y Sus discípulos. Por supuesto que cuando vieron esto los fariseos le preguntaron a los discípulos el por qué el Maestro refiriéndose a Jesús, estaba sentado en esa misma mesa con los pecadores. Al oír esto Jesús, les contestó que los sanos no tienen necesidad de médico sino los enfermos, y era necesario que aprendieran el significado de que Dios quería misericordia y no sacrificio. Porque Jesús no vino a llamar a justos sino a los pecadores para arrepentimiento (Mateo 9:10-13). Como cristianos nacidos de nuevo, estemos atentos a esta enseñanza de Jesús para que no la saquemos de contexto y pensemos que hay que estar de fiesta en fiesta con gente que no quiere saber de Dios, pero que la justificamos diciendo que les vamos a ir a predicar y otra vez. *Al igual que Mateo cada uno de nosotros debemos seguir a Jesús inmediatamente a partir del momento en que Él nos llama, para que le podamos servir y ser Su instrumento de amor y gracia para ser bendición a muchas personas que están perdidas. Servir a los planes de Dios es el más poderoso llamado que un cristiano puede recibir para llevar muchas almas al conocimiento de la Palabra de Dios y a la vida eterna. Cristo te ama y quiere entrar a tu vida (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Jesús y el paralítico

Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

Mateo 9:1-2 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Cada día diversas personas con algún tipo de enfermedad se le acercaban a Jesús y le rogaban que lo sanara. Él se mostraba accesible preguntándoles si de verdad querían que hiciera un milagro en ellos. En esta ocasión se trataba de un paralítico que fue transportado en una cama y todos los que venían con él tenían mucha fe, por lo que El Señor le dijo que todos sus pecados estaban perdonados y eso provocó que algunos de los Escribas dijeran dentro de sí: este blasfema. Obviamente Jesús conocía los pensamientos de todos ellos y les reprendió porque pensaban mal del Hijo de Dios. Les dejó bien claro que no solamente iba a perdonar todos los pecados de ese hombre sino que además le ordenó levantarse y caminar, lo cual también sucedió. El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para hacer todo esto, y Jesús le dijo: toma tu cama y vete ahora a tu casa, y este hombre se levantó y obedeció a Jesús y toda la gente se maravilló al ver lo que había sucedido y glorificó a Dios que había dado tal potestad a Su Hijo (Mateo 9:3-8 ). *Nosotros podemos también pedirle al Señor que nos levante y nos guarde en medio de este mundo contumaz y rebelde, que quiere separarnos de nuestra fe y amor al Padre Celestial. Cristo te ama y hoy es el día de pedirle a Jesús que te permita caminar en Su Palabra y que entre a tu vida para que sea tu Rey y Señor (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Jesús y las tempestades

Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Mateo 8:23-24 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: En esta historia vemos a Jesús tranquilo dormitando en una barca que estaba siendo ferozmente atacada por una tormenta en el mar de Galilea y esto ocasionó que los discípulos se llenaran de miedo y vinieran a Él y le despertaran suplicándole que los salvara o morirían. Pero el Señor tranquilamente les preguntó: Por qué temen hombres de poca fe? Y levantándose el Señor reprendió a los vientos y al mar y se hizo gran bonanza (Mateo 8:25-26). Estos hechos no solamente sucedieron en el pasado sino que se pueden repetir en cada uno de nosotros, y es por eso que necesitamos saber que podemos acudir a Jesús para que el refrene las tempestades de nuestra propia vida. Aunque por supuesto serán peores si nosotros todavía no le hemos rendido nuestra vida a Él. Pero si nosotros ya somos cristianos nacidos de nuevo, y estamos viajando en la misma barca que nuestro Señor, (hablando espiritualmente) sabemos con certeza que podemos recurrir a Él, aunque lo que el Señor quiere es que tengamos la fe necesaria para que proclamemos Su Palabra, y los vientos que nos están golpeando se detengan y venga gran bonanza para nosotros. *Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece y esa es la promesa de hoy para todos los que estamos navegando en este mundo, que está lleno de tempestades que quieren desanimar y derrumbar nuestra fe, pero el Señor lo sabe y no lo permitirá porque Él es el capitán de nuestra vida (Filipenses 4:13). Cristo te ama, déjale guiar el timón de tu vida, permítele ser tu Rey y Señor (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar Su Evangelio y cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Dejando todo por Jesús

Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Mateo 8:21-22 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Cuando el Señor escuchó a uno de sus discípulos haciéndole la petición de ir a la casa de su padre, no necesariamente significa que en ese momento se estaba efectuando un entierro de un hombre muerto, sino que le estaba proponiendo al Señor quedarse en su casa hasta que su padre muriera, para que entonces él empezara a seguir a Jesús. Pero Jesús le contestó: sígueme, deja que los muertos entierren a sus muertos, dando a entender que la prioridad para esta persona era comenzar a seguir inmediatamente a Cristo. El Señor Jesús también enseñó que cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por Su Nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna (Mateo 19:29). En lo natural estas palabras suenan muy fuertes y hasta cierto punto como una actitud radical de un cristiano que verdaderamente ha nacido de nuevo, pero eso es exactamente lo que hicieron los 12 discípulos de Cristo cuando fueron llamados. También en el Evangelio de Marcos se vuelve a mencionar la exhortación a dejarlo todo para seguir inmediatamente a Jesús y es Él mismo el que lo enseña (Marcos 10:29). En el Evangelio de Lucas también se señala esta invitación de Jesús a seguirlo y dejarlo todo (Lucas 18:29). *Nada cambia para nosotros y nuestra bendición vendrá cuando podamos poner a Dios, Su Palabra y a nuestro Señor Jesucristo en el primer lugar de nuestra vida. Esa obra la hará el Espíritu Santo si nosotros se lo pedimos (Mateo 6:33, Juan 14:18-26). Cristo te ama y quiere entrar hoy a tu vida para ser tu Rey y Señor (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar Su Palabra para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

El costo de ser discípulo

Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Mateo 8:18-20 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Cuando uno se entrega a Jesús y quiere ser Su discípulo, comienza a entender lo que significa crucificar el Yo, dejarlo todo por el Señor, y seguirlo hasta el último día de nuestra vida aquí en la tierra. Jesucristo le contestó a una persona que se acercó a Él, que aún las zorras tienen guaridas y las aves nidos, más el Hijo del Hombre que es precisamente Jesús, no tenía lugar donde recostar Su cabeza. Debiendo nosotros entender que Su prioridad en esta vida, no fue Su fama, comodidades, ni mucho menos aspirar a las riquezas de este mundo. Cuando Jesús vino a la tierra tuvo unos padres que no eran famosos, ni tenían recursos, y de hecho El nació en un establo y fue puesto en un pesebre y no tuvo ni las comodidades básicas que un hijo puede tener cuando nace. Tampoco fue reconocido como el Mesías, salvo los tres hombres sabios y algunos humildes pastores, nadie más vino a darle gloria. *Todo aquel que se entregue a Cristo, tiene que decidir, cuáles serán sus tesoros, los de esta tierra o los que promete la Palabra de Dios la Santa Biblia, porque donde esté nuestro tesoro ahí estará nuestro corazón (Mateo 6:19-21). Cristo te ama y quiere que tú te entregues a Él y seas Su discípulo y hoy es el día para eso (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Jesús y la suegra de Pedro

Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo 8:14-17 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Jesús sanó a la suegra de Pedro el día que la conoció, porque ella estaba postrada por causa de una fiebre. Tocándola de la mano, la fiebre la dejó y ella se levantó e inmediatamente le servía. Debe de llamarnos la atención cómo el corazón de esta mujer se inclinó a servir como una prioridad al Señor. Ella tenía muchas posibilidades de hacer cualquier otra cosa menos servir, con la justificación de que había estado enferma, pero optó por la mejor decisión de su vida, ponerle la mesa y sentar a comer al Hijo de Dios. Las veces que se habla de la suegra de Pedro en la Biblia, nos dice que fue sanada por Jesús y se levantó a servir, al igual que María que derramó su perfume y se adelantó para ungir al Señor para su sepultura, la suegra de Pedro también hizo lo más sobresaliente que una persona puede hacer con Dios y esto es servirle. *El Señor Jesús dijo, no he venido para ser servido sino a servir, así que la mejor decisión para ser bendecido, es derramar nuestra vida al servicio de Dios y de nuestro prójimo (Mateo 20:28 ). Cristo te ama y hoy es el día de invitarlo a tu corazón para que te conviertas en un hijo de Dios (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Jesus y el Centurion

Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Mateo 8:5-10 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: El propio Jesús señaló en estas escrituras que se maravilló de la fe que encontró en este centurión porque no solamente le creyó que podía sanar su siervo, sino que además le señaló que no era necesario que fuera a su casa, porque el reconocía la autoridad espiritual de Jesús. Este es el mayor desafío que se nos presenta a los cristianos que hemos nacido de nuevo, porque con toda seguridad estamos pasando por muchas situaciones donde necesitamos una intervención directa de Jesús, para sanar o librarnos de los problemas que a diario enfrentamos por causa del Evangelio. En este tiempo nos ha tocado vivir una guerra espiritual contra un espíritu de enfermedad que se ha convertido en una plaga mundial, donde el único que la puede frenar, es nuestro Señor Jesucristo. Pero el mundo le ha dado la espalda a Dios, a Jesús y a Su Palabra y peor aún pretenden engañarse de que se puede vivir sin ellos, y hoy vemos los frutos de destrucción que se están cosechando. *Solamente en Cristo hay salvación, sanidad, restauración y vida eterna. Invítalo a tu corazón (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia, nos permite predicar Su Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.