Jesús y el ayuno

Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo 6:16-18 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Cuando el Señor nos manda a ayunar, normalmente lo hará de una manera privada y ahí es cuando cada persona deberá hacerlo de manera discreta y sin anunciar que está ayunando, porque Dios quiere que lo hagamos de manera íntima con Él. En estos versículos del Nuevo Testamento, Jesús estaba enseñando y a la vez corrigiendo a los fariseos que eran según la Biblia hipócritas, porque cambiaban su expresión como si fueran víctimas y eso no agrada a nuestro Creador. Dios quiere que cuando ayunemos, tengamos un rostro lleno de gozo para que no seamos de tropiezo a nadie y no mostrar a los hombres que ayunamos. Pero el Padre que está en lo secreto y que ve todas las cosas, Él recompensará en público a todo aquel que le ofrezca un ayuno. Moisés ayunó cuarenta días al igual que Cristo y muchas oraciones fueron respondidas, además de la fortaleza espiritual que se derramó en ellos. *En el caso de Jesús, El pasó un momento de ataque espiritual al ser tentado precisamente con comida, pero salió victorioso porque Él estaba lleno del Espíritu Santo. Eso mismo acontecerá con todos aquellos que hagan un ayuno dirigido por el Espíritu de Dios, con el fin de escuchar de manera más clara la voz del Señor, aclarando que ninguno de estos ayunos se debe de hacer por motivos egoístas. Cristo te ama y está tocando la puerta de tu corazón (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

La importancia de perdonar

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 6:14-15 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Una y otra vez, Jesús nos exhorta a perdonar a nuestro prójimo todas sus ofensas, ya que es la única manera de que nuestro Padre Celestial, nos perdone también a nosotros todas nuestras ofensas. Pero si no perdonamos a todos los que nos han ofendido, tampoco nuestro Padre, nos perdonará todas nuestras ofensas. El acto de perdonar, es un regalo de Dios que le otorga a todos aquellos que han recibido a Jesús como su Señor y Salvador, y que ahora caminan como cristianos nacidos de nuevo, que se le alimentan de las Escrituras (La Biblia) y que han creído que las promesas de Dios se cumplirán en sus vidas día a día. En lo natural toda la humanidad está viviendo con una naturaleza caída heredada de Adán y Eva a partir de su pecado en el huerto. Inclusive podemos leer que desde su separación con Dios, su hijo Caín se llenó de celos y amargura por la ofrenda a Dios de su hermano Abel, y esto provocó que el hermano mayor matara al hermano menor. *Antes de que Cristo entre a un corazón para ser el Rey y Señor, estamos contaminados de esos sentimientos aunque muchas veces no lo admitamos, pero esa es la obra que el Espíritu Santo hace en un verdadero cristiano, purificar su espíritu y ponerle un corazón nuevo que le permita perdonar y amar a su prójimo como Jesús lo hizo, aun en su momento más difícil y de mayor dolor, que fue en la cruz del calvario, donde Él dijo: perdónalos Padre porque no saben lo que hacen (Ezequiel 36:26-27, Lucas 23:34). Jesús te ama y Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar Su Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10,57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Discreción en nuestra generosidad

Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Más cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo 6:2-4 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Nuestro Señor Jesucristo es el que nos está hablando en estos versículos y dándonos una exhortación directa de no publicar nuestra generosidad y ayuda a otras personas, porque a los fariseos que lo hacían los llamó hipócritas, que significa ser alguien con una máscara para aparentar y representar a otra persona, exagerando su voz al hablar. La hipocresía esconde sus intenciones debajo de un disfraz que oculta la verdadera personalidad y corazón de la persona que la practica por ejemplo: una falsa generosidad, o falsa humildad o falsa preocupación por el prójimo y actúan de esta manera por una necesidad de ser reconocidos y aplaudidos por el mundo, pero el corazón con hipocresía, está muy lejos de Dios. A lo largo de su ministerio aquí en la tierra, el Señor dejó infinitas enseñanzas de cómo amar, servir y derramar nuestra vida por el Evangelio, caminando la milla extra, dándole al que no te puede devolver, entregando nuestra túnica y nuestra capa y nunca rehusar a socorrer a quien necesite algo de nosotros si podemos hacerlo. *Por eso necesitamos que Cristo viva en nuestros corazones, para que también nos llene de Su Espíritu Santo y seamos aquellos que den su vida por su prójimo, porque así lo enseñó Jesús: el verdadero amor es dar nuestra vida por los amigos (Juan 15:12-13). Cristo te ama y quiere hacer esta obra en tu vida (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20). Aleluya. *Promesa.

Jesús nuestra justicia

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 6:1 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Solamente Jesús es el que puede justificarnos, salvarnos y darnos vida eterna, para eso vino a la tierra y dio Su vida en la cruz del calvario. En esa época cuando nuestro Señor Jesucristo predicaba, la mayoría de los fariseos intentaba lucir como personas buenas y puras delante de los hombres, para ser vistos por ellos, pero Jesús los reprendía y les enseñaba que solo hay un camino al Padre y es precisamente creer en Él. La reacción de los fariseos era de enojo y de persecución al Hijo de Dios, porque no creían que era el Mesías y tampoco en lo que hablaba. A los fariseos les gustaba pararse en las plazas y hablar cosas de la Ley y proclamarse superiores a todo el pueblo que los escuchaba. Jesús en cambio hablaba de que nos guardáramos de los falsos Profetas que se disfrazan con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos reconoceremos quiénes son los verdaderos siervos de Dios, porque todo buen árbol, da buenos frutos, y el árbol malo, da malos frutos y nunca podrá el buen árbol, dar malos frutos y el árbol malo tampoco dará buenos frutos (Mateo 7:15-18). *La promesa para estar seguros de que estamos caminando en la justicia de Dios, es entrar por la puerta estrecha que es Cristo, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y tristemente muchos son los que entran por ella. Pero los que entramos por la puerta estrecha y tomamos el camino angosto, éste es el que nos llevará a la vida eterna, aunque pocos son los que la hallan (Mateo 7:13-14). Cristo te ama, hoy es tu día de rendirte a Él (Romanos 10:8-13. Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia, nos permite predicar Su Palabra para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Madurez en Cristo

Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Mateo 5:47-48 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Jesús nos está hablando en estos versículos, de la urgencia de alcanzar Su madurez para poder vivir en esta vida en Su propósito eterno. Solamente Cristo en nosotros puede llevarnos a la madurez de nuestro Padre Celestial. El Apóstol Pablo en su carta a los Colosenses, nos habla de que en Jesús habita toda la plenitud de Dios, y por medio de Él podemos reconciliar todo lo que está en la tierra haciendo la paz, por medio de la sangre que el Hijo de Dios derramó en la cruz del calvario. Antes de Cristo éramos extraños y enemigos de Dios, y vivíamos haciendo obras malas, pero ahora hemos sido reconciliados por medio de su muerte para hacernos santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él, y quiere que permanezcamos firmes en nuestra fe, y sin movernos de la esperanza que se nos da en el Evangelio (Colosenses 1:19-23). *Esta madurez que se obtiene en Jesús es el misterio que había estado oculto desde los siglos y que ahora ha sido manifestado a los que hemos creído en Su Nombre y es Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria, y Él es el que nos enseña con Su sabiduría a presentarnos perfectos y conforme a la voluntad de Dios Padre, viviendo según la potencia de Su gloria, la cual actúa poderosamente en los hijos de Dios (Colosenses 1:24-28). Cristo te ama y también a ti quiere darte Su madurez, si abres hoy la puerta de tu corazón (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

El amor a la manera de Jesús

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Mateo 5:46 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Solamente cuando Jesús vive en el corazón de una persona, ésta puede amar a la manera que el Hijo de Dios lo hace, pues Él derrama además de Su amor, la vida entera como lo hizo en la cruz del calvario hace dos mil años. En cambio el amor de este mundo es condicional y está sujeto a los intereses y propósitos egoístas y temporales que hoy más que nunca estamos viendo sobre la tierra, porque sin Cristo nadie puede decir que conoce a Dios y que ama de la manera que Él nos ha amado. Antes de ser cristianos, nuestra vida era vivir para los placeres, nuestra economía, nuestra fama, nuestros deleites, pero no haciendo nada de los que la Biblia nos dice en cuanto a amar y servir a nuestro prójimo. Solo cuando leemos la Biblia podemos percatarnos qué lejos estábamos del propósito eterno de Dios para el que fuimos creados. En el Evangelio de Juan, Jesús nos habla de un nuevo mandamiento que Él nos da, que es que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado (Juan 13:34). Y también nos exhorta a entender que el verdadero amor es dar nuestra vida por nuestros amigos (Juan 15:13). *Cuando aprendemos a amar a la manera de Dios, el perfecto amor echará fuera todo temor de nuestra vida (1 Juan 4:18). Porque el amor es de Dios y todo aquel que ama conoce a su Creador, porque Dios es amor (1 Juan 4:7-8). Cristo te ama y hoy está extendiéndote una invitación a rendir tu vida a Él si aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia, nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20). Aleluya.
*Promesa.

El amor de Jesús

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Mateo 5:43-45 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: El amor de Jesús le da la oportunidad a buenos y malos, de caminar obedeciendo Su Palabra y el mejor ejemplo es que Él no está haciendo distinción entre unos y otros para amarlos y salvarlos, si ellos deciden caminar con arrepentimiento y fe en la Palabra de Dios. En la Ley se nos enseña a amar al prójimo y a aborrecer al enemigo, pero en el Evangelio de Jesús, se nos manda a amar aun a nuestros enemigos y a bendecir a los que nos maldicen, a hacer el bien a los que nos aborrecen, y a orar por los que nos ultrajan y persiguen. *Obedecer esta Palabra, nos es imposible en lo natural como seres humanos, pero para esto precisamente vino Jesús a la tierra, para perdonarnos, salvarnos y cambiar nuestra antigua naturaleza de pecado por Su naturaleza divina, que Él pone en todos aquellos que se arrepientan y vengan a Él. Jesús nos llena de Su amor, gracia y misericordia si se lo pedimos y Él inmediatamente tomará el control absoluto de nuestra vida y cambiará nuestros pensamientos, palabras y acciones por Sus pensamientos, palabras y acciones, porque ahora los que nos hemos entregado a Él, tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Cristo te ama y quiere entrar a tu corazón arrepentido, para cambiar tu vida (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria, que por Su amor y Su gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.
*Promesa.

Que nuestro hablar sea si, si: no, no

Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Mateo 5:34-37 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Dios nos enseña que no demos juramento por nada y que nuestro hablar sea sí o no, porque todo lo demás procede del maligno. Antes de Cristo nosotros no entendíamos nada de lo que estas escrituras nos hablan hoy, pero es Jesús mismo hablando y explicando paso a paso todo lo que empezamos a necesitar cambiar en nuestra vida para no tener doble mente. El Señor estaba siempre reprendiendo a los fariseos, porque eran los que precisamente utilizaban los juramentos para su conveniencia, pero esto provocaba confusión entre la gente que los escuchaba y por supuesto si juraban era porque no estaban hablando la verdad. Desde el principio Dios le entregó a Moisés los Diez Mandamientos, uno de ellos era no tomar el Nombre de Dios en vano porque el que lo hiciera no sería inocente delante de Dios. Hablar en el Nombre de Dios nos coloca en gran responsabilidad tanto por lo que hablamos, como por las personas que van a escuchar el mensaje, y por eso es necesario hablar solamente la Palabra de Dios que está en la Santa Biblia. *Todo aquel que medita en la Palabra de Dios y escucha Su voz será como árbol plantado junto a corrientes de agua, cuya hoja no cae que da fruto en su tiempo y todo lo que hace prosperará (Salmos 1:2-3). Cristo te ama y Él quiere ser tu Rey y Señor, recíbelo hoy en tu corazón (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Jesús y la reconciliación

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Mateo 5:23-24 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: El caminar con Cristo, es el fruto de habernos reconciliado con El por medio de Su perdón. Todos nosotros venimos de una herencia de pecado y no podíamos considerarnos cristianos nacidos de nuevo si antes no veníamos a Jesús a pedirle perdón por todos nuestros pecados. Reconciliar es ponernos de acuerdo con alguien y dejar las cosas en una mejor relación donde por supuesto también estará de por medio el perdón, y eso es lo que dicen estos versículos, que si nos presentamos delante de Dios pero tenemos todavía situaciones pendientes de arreglar con un hermano, vayamos y pidamos perdón o perdonemos cualquier situación que estorbe entre nosotros, en pocas palabras reconciliémonos primero con esa persona y entonces vayamos y presentemos nuestra ofrenda. Durante nuestra vida con toda seguridad vamos a tener diferencias unos con otros, pero la palabra dada por Jesús siempre ha sido una exhortación a perdonar y a amar aun a nuestro enemigo, porque eso es precisamente lo que El vino a hacer a la tierra, y nos dejó un claro testimonio de su amor que incluyó su muerte en la cruz derramando Su sangre por la transgresión del mundo y su resurrección para darnos vida eterna. *El cristianismo es la puerta para nuestra reconciliación con Dios y con nuestro prójimo, porque ahora Cristo vive en nosotros y ha puesto Su Espíritu Santo, para que caminemos en fe, porque Él dirige nuestros pasos. Cristo te ama y desea que tu vengas y entregues tu vida a El si aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por amor a Su Nombre nos permite predicar para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20). Aleluya. *Promesa.

Jesús contra la ira

Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
Mateo 5:21-22 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Jesús nos muestra que está en contra de la ira y la violencia, ya que no es el plan que tiene para la humanidad, porque ahora en Cristo, quiere que nos amemos unos a otros, nos ayudemos, nos sirvamos, y que podamos ser de testimonio para que muchos puedan ser salvos en el día del juicio. En pocas palabras Él quiere que seamos un fiel reflejo de Su propósito y de Su carácter. Cuando el hombre fue puesto en la tierra, fue creado con la semejanza de Dios, tanto el hombre como la mujer así fueron diseñados. La Biblia enseña cómo Dios los bendijo a Adán y Eva y les dijo que fructificaran y se multiplicaran para llenar la tierra y poder juzgarla, y señorearan sobre todo lo que había creado, sin embargo desobedecieron y hemos arrastrado esa naturaleza caída por muchos siglos y ahora sabemos que solamente por el sacrificio de Jesús en la cruz y Su resurrección de los muertos, todo el que crea en Él y le confiese todos sus pecados, será salvo y librará el juicio de muerte que sufrirán aquellos que rechazaron la gracia y la salvación del Señor. *Nuestra promesa hoy, es creer en lo que Jesucristo habló: Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado, sean libres de su antigua naturaleza pecadora y caminen como cristianos nacidos de nuevo. Esto es lo que nos librará de hablar con ira y maldiciones. Cristo te ama, recíbelo hoy en tu corazón, porque Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.