El justo habla bendición.

El justo nunca será conmovido, más los impíos no habitarán en la tierra. La boca del justo emite sabiduría, pero la lengua perversa será cortada. Los labios del justo dan a conocer lo agradable, pero la boca de los impíos, lo perverso.
Proverbios 10:30-32 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando una persona se entrega a Jesús, confesándole todos sus pecados, como fruto de su arrepentimiento, por la gracia de Dios es justificado. La vida de esta persona empezará a ser transformada porque Jesús mismo habitará en el corazón de quien lo declare su Señor y Salvador. Una persona que empieza a caminar conforme a las Escrituras, empezará a hablar palabras de vida con sabiduría, dándole la gloria a Dios y dejando atrás su antigua manera de vivir y por supuesto también de hablar. En la carta a los Romanos, el Apóstol Pablo, nos exhorta a buscar el perdón de Dios para nuestras vidas, por cuanto no hay justo, ni aun uno, y no hay tampoco quien entienda ni quien busque a Dios, porque el hombre natural camina lejos del propósito para el cual fue creado, y por lo tanto tampoco practica lo bueno. Sepulcro abierto es su garganta y con su lengua solo habla engaños, y lo más triste, que su boca está llena de maldiciones y amargura (Romanos 3:9-18). Pero ahora el Señor nos otorga Su justicia por medio de la fe en Jesucristo para que todos los que crean en El, puedan ser perdonados y salvados y disfrutar de la gloria eterna de Dios en los cielos, al ser justificados gratuitamente por Su gracia, mediante la redención (el pago) que es en Cristo Jesús. Damos gracias al Altísimo que nos permite escapar de la muerte eterna porque ahora Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria por haber nacido de nuevo por medio de la fe en Su Nombre (Romanos 3:19-25). Vamos a cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.

 

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Con los humildes está la sabiduría.

Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. La integridad de los rectos los guiará, más la perversidad de los pérfidos los destruirá.
Proverbios 11:2-3 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Jesús mismo declaró que viniéramos a Él para hallar descanso y para que aprendiéramos humildad y mansedumbre. Por lo tanto si una persona está caminando en soberbia, entonces no puede acercarse a Dios ni puede aprender sabiduría, ni mucho menos hallar descanso para su alma y por el contrario, la deshonra lo alcanzará (Mateo 11:28-30). A lo largo de todas las Escrituras siempre encontraremos una continua invitación de nuestro Creador para venir a Él con un corazón humilde y permitir que Su gracia, amor y misericordia, hagan una obra en nosotros y que nos enseñen el camino de integridad que un cristiano nacido de nuevo tiene que recorrer, lo cual le permitirá apartarse de la perversidad del malvado, aquel que actúa mal con la persona que confía en él. En su primera carta el Apóstol Pedro, nos da toda una enseñanza de cómo ser un siervo de Dios revestido de humildad, en nuestro trato con nuestro prójimo, sabiendo que Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes (1 Pedro 5:5). También el apóstol nos aconseja humillarnos bajo la poderosa mano de Dios para que Él nos exalte a su debido tiempo, echando toda nuestra ansiedad sobre El, porque Él tiene cuidado de nosotros. Además debemos caminar en un espíritu sobrio y estar alertas, porque nuestro adversario y príncipe de las tinieblas de este mundo, anda al acecho como león rugiente buscando a quién devorar. Así que pidámosle a Dios que Su fe no nos falte y que Su gracia nos perfeccione, afirme, fortalezca y establezca en humildad (1 Pedro 5:10). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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Senda de vida es la instrucción de Dios.

Por senda de vida va el que guarda la instrucción, más el que abandona la reprensión se extravía. Él que oculta el odio tiene labios mentirosos, y el que esparce calumnia es un necio. En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, más el que refrena sus labios es prudente.
Proverbios 10:17-19 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Meditar en la Palabra de Dios nos hará caminar por las sendas de vida que el Señor ha preparado. Él no quiere que nos extraviemos ni que seamos atrapados en odio, amargura, calumnia y por supuesto la falta de perdón. Él quiere que seamos sabios y personas de pocas palabras pero precisas y llenas del poder del Espíritu Santo. Una de las más claras advertencias que Dios hace en la Biblia, está en el libro de Proverbios, donde El habla que Su sabiduría clama en las calles, en las plazas, en los principales lugares de reunión, a las puertas de la ciudad, y le hace una exhortación a los necios, a los burladores, y a los insensatos, de que se arrepientan y aborrezcan su pecado. Les da un tiempo para que se entreguen a Dios, pero si desechan el consejo, Dios habla fuerte y dice que se reirá cuando venga la calamidad de todos ellos y después aunque le llamen, ya no responderá por cuanto aborrecieron la sabiduría y no quisieron amar a Dios ni seguir Su consejo. Así que, comerán el fruto de su camino y serán hastiados de sus propios consejos. Más el que oyere al Señor, habitará confiadamente y vivirá tranquilo sin temor del mal (Proverbios 1:20-33). Pidámosle hoy a Dios que ponga en nosotros el querer como el hacer, por Su buena voluntad y que tenga misericordia de nosotros (Romanos 9:15-18, Filipenses 2:13). Cristo en nosotros, la esperanza de gloria y nuestra victoria que por gracia cambiará el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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Los labios del justo hablan mucha paz

La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa. Los labios del justo apacientan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento.
Proverbios 10:20-21 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando Jesús habita en nuestro corazón y ha derramado en nosotros Su Espíritu Santo, podemos empezar a hablar vida y dar esperanza a todos aquellos que nos escuchan, ya que sin Cristo, lo único que habla una persona, son malas noticias y normalmente traen contienda, angustia, depresión y separación, tal y como el mundo está viviendo hoy en día. Conocer a Dios significa arrepentirse de todos los pecados, confesándoselos a Él y declarar a Jesús como Señor y Salvador (Romanos 10:8-13). Todo aquel que ya conoce a Dios, puede entender lo que dice en la Biblia en el libro de Eclesiastés, de que todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora. Tiempo de nacer, tiempo de morir, tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado, tiempo de llorar y tiempo de reír y así cada etapa de nuestra vida, tendrá su momento. Pero ¿cómo entenderemos todo esto si no conocemos a Dios ni Su Palabra? (Eclesiastés 3:1-10) y por eso muchas veces nuestros labios hablan lo que no deben porque no los hemos rendido al Espíritu Santo de Dios, y lo peor en este mundo sin Cristo, que por falta de conocimiento, los jóvenes quieren los beneficios como si fueran adultos, los adultos no quieren responsabilidad, quieren actuar como niños, las adolescentes quieren vivir como si fueran grandes, las mujeres mayores quieren comportarse y vestirse como adolescentes y todo está fuera de tiempo y fuera de orden y lo más triste, que nadie en el mundo encuentra la salida a toda esta locura, porque el único que tiene la respuesta es nuestro Señor Jesucristo en Su Palabra la Biblia. Pidámosle hoy a Dios que nos llene de Su sabiduría y que Cristo en nosotros, sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por gracia nos ha sido dada para poder cambiar este mundo. (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

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La Bendición del Señor

La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella.
Proverbios 10:22 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Este versículo bíblico debiera ser memorizado por cada cristiano nacido de nuevo porque le traería una visión más clara acerca de quién es Dios y cómo cuando El bendice, enriquece en todas las áreas de la vida y no hay ninguna tristeza cuando Dios se mueve a favor de Sus hijos. Pero si las personas no conocen estas promesas bíblicas, con toda seguridad las vivirán afanadas, en qué comerán, o cómo se vestirán, o dónde habitarán, y por supuesto que su día se consumirá en esos tres pensamientos. Pero nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de Mateo, habló de que nadie puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. Pero no se puede servir a Dios y a las riquezas. Él mismo también nos aclara que cuando somos hijos de Dios, y tenemos fe en Su Palabra, no debemos preocuparnos de nuestra vida, ni qué comeremos ni qué vestiremos, porque El cuida aun de las aves de los cielos y todas ellas comen porque nuestro Padre Celestial las alimenta, y nosotros Sus hijos somos mucho más valiosos que ellas. También habló acerca de la ropa y aconsejó que la gente no se afane con eso, porque tenemos ejemplo en los lirios del campo que no trabajan ni hilan, y ni aun Salomón se vistió con toda la gloria de ellos. Por lo tanto no nos afanemos absolutamente de nada, sino busquemos primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas nos serán añadidas por nuestro Padre Celestial (Mateo 6:24-34). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por la gracia de Dios, hemos recibido para hacer discípulos para Su Reino y para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

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El hombre justo no padecerá hambre

Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. El Señor no permitirá que el justo padezca hambre, pero rechazará la avidez de los impíos.
Proverbios 10:2-3  (LBLA)

Cambiador del Mundo: El Señor nos da aquí una seria advertencia para no ir en busca de tesoros mal adquiridos, porque no serán de provecho, pero el hombre justo será guardado, y librado de la trampa de la codicia y de la muerte. Dios guardará de todo mal al hombre justo y no permitirá que padezca hambre, mas para el impío no habrá esperanza a menos que se arrepienta y se entregue a su Creador.
Desde el principio de la humanidad el hombre ha tenido problemas por querer hacer lo que quiere y no lo que Dios le manda. Podemos leer en el libro de Génesis en los primeros tres capítulos todo lo que Dios hizo en la creación del mundo y de lo que habita en él, y cuando llegamos a la historia de Adán, Dios le había entregado toda la tierra, y le había puesto en el huerto para que cuidara de él, con la promesa de darle una ayuda idónea que en su caso fue Eva.
Le entregó todas las reglas de cómo administraría su trabajo y qué comería y qué no comería, y su única restricción fue un árbol llamado de la ciencia del bien y del mal.
Teniéndolo todo quiso lo que le habían prohibido, y el fruto fue muerte espiritual y destrucción en su relación con Dios, y en su familia ya que su hijo mayor mató al menor. Después vino necesidad, aflicción, mas destrucción y si seguimos leyendo nunca mas el hombre enderezó el camino y pudo ser obediente a Dios, sino hasta que Cristo llegó a la tierra y obedeció la voluntad de Dios Su Padre.
Por lo tanto, solamente podremos agradar a Dios si Cristo vive en nosotros, nos llena de Su gracia, amor y misericordia y es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria, para que muchas almas sean ganadas para Su Reino, y podamos cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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La mano diligente es la que enriquece

Pobre es el que trabaja con mano negligente, más la mano de los diligentes enriquece. Él que recoge en el verano es hijo sabio, el que duerme durante la siega es hijo que avergüenza.
Proverbios 10:4-5 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Pobre es aquel que trabaja con mano negligente, pero cuando se trabaja de manera diligente entonces Dios abre los cielos y derrama sus riquezas. Trabajar con diligencia es hacer las cosas bien y a tiempo, tienen que ser ambas cosas, y después mantenernos de una manera constante en cuidar este proceder que obviamente es fruto de la gracia de Dios en nosotros. La gran mayoría de las personas que venimos a Cristo, éramos tristemente negligentes aunque por supuesto también habían excepciones, pero por lo regular algunos hacíamos las cosas bien pero fuera de tiempo, y otros hacíamos las cosas a tiempo pero sin calidad, y en ambos casos no había diligencia y las ganancias tampoco fluían por nuestras manos. Aunque las Escrituras hablan de que Dios bendice y el sol sale para todos, de alguna manera el que no conoce al Señor aunque gane dinero, todo lo estará edificando en la arena, y tarde o temprano las tempestades de la vida se lo llevará, pero el que trabaja de acuerdo a la Palabra de Dios, edifica sobre la Roca que es Cristo y aunque vengan las tempestades se mantendrá firme porque esas ganancias servirán para hacer la voluntad de Dios (Mateo 5:45, 7:24-29). Por lo tanto nuestra confianza tiene que estar en Cristo y en Su Palabra y caminar bajo la sombra del Altísimo porque Él nos librará de todo mal y hará prosperar nuestros caminos (Salmos 91). Recoger en el verano es hacer las cosas a tiempo, en el momento correcto y eso solamente lo hace un hijo sabio, pero el perezoso el que duerme bajo la siega, siempre será un hijo que avergüenza. Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por la gracia de Dios nos permite caminar en bendición y cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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Dios envía bendiciones sobre el justo

Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los impíos oculta violencia. La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá.
Proverbios 10:6-7 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Hay bendiciones sobre la cabeza del hombre justo, que son aquellos que se han entregado a Jesús, pero también hay maldiciones sobre los impíos, porque ellos participan del pecado de este mundo. La Biblia nos enseña que la memoria del hombre justo, es bendita, pero el nombre de los impíos, se corromperá y no será recordado por nadie. Es una decisión del corazón de cada persona el determinar lo que va a hacer con su vida a partir del momento en el que ella sabe que Dios la está buscando para regalarle salvación y vida eterna (Apocalipsis 3:20, Romanos 10:8-13), y mencionamos esto porque es un testimonio de muchos cristianos nacidos de nuevo que primero alguien les predicó de Cristo y rechazaron esa primera invitación para ser salvos, y tuvieron que atravesar por muchas tribulaciones y varios años de vida, para que al fin algunos de ellos se rindieran a nuestro Señor Jesucristo. El Espíritu Santo siempre está buscando un corazón que lo reciba y que quiera ser Su Templo (2 Corintios 6:16-18), el problema es que estamos en un mundo que también demanda enamorarse de él y servirlo, y para alguien que nunca ha leído la Biblia ni tiene la menor idea de lo que es la salvación y la vida eterna, le es prácticamente imposible darse cuenta de que necesita un salvador y de que no hay otro camino de regreso al Padre, sino a través de Su Hijo Jesucristo (Juan 14:6). Decidamos hoy los que ya conocemos a Jesús y estamos disfrutando de nuestra relación con Él, predicar el Evangelio y ganar muchas almas para el Reino de Dios, porque siempre contaremos con la ayuda de Jesús, porque Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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El clamor constante de la sabiduría de Dios.

La sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas; ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, ha puesto también su mesa; ha enviado a sus doncellas, y clama desde los lugares más altos de la ciudad. Proverbios 9:1-3 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El clamor constante de la sabiduría de Dios sobre nosotros, debe llevarnos a rendir plenamente nuestro corazón a Él. Si volvemos a revisar este libro de Proverbios, todos los capítulos están dedicados a exhortarnos a abrazar la sabiduría del Altísimo, para poder caminar en paz, gozo, amor, libertad, prosperidad y alcanzar el propósito para el cual Dios nos creó. No debemos rechazar este llamado de Dios, para que nuestra vida no se llene de dolor, soledad y quebranto, porque ahora que estamos leyendo la Biblia, entendemos que el gran amor de Dios, nos ha provisto del único camino para regresar a El: nuestra fe en Su Hijo Jesucristo. Como cristianos nacidos de nuevo, pidámosle a Jesús que ponga en nuestro corazón, ser fieles discípulos de El para que nuestra vida dependa totalmente de nuestra relación con Dios, porque a eso nos llaman las Escrituras. Por lo tanto nuestro levantar, caminar, pensar y actuar, tienen que estar sujetos al Espíritu Santo y por supuesto a la Palabra bíblica, para que no caigamos en la trampa de este mundo que a lo bueno llama malo y a lo malo llama bueno (Isaías 5:20). Librémonos de ser sabios en nuestros propios ojos y de ser prudentes según nuestro criterio, porque todo eso lo aborrece Dios (Isaías 5:21). Que Cristo sea en nosotros nuestra esperanza de gloria y que Su Palabra se vuelva vida en nuestro diario vivir, deleitándonos y alimentándonos de ella para que la gracia de Dios nos de la victoria y podamos ganar muchas almas para el Reino de los Cielos y que ese mismo testimonio como Iglesia de Cristo, nos permita impactar y cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.

Escuchemos atentamente a Dios

Ahora pues, hijos, escuchadme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos. Escuchad la instrucción y sed sabios, y no la menospreciéis.
Proverbios 8:32-33 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Escuchar a Dios es orar, callar, leer y meditar en Su Palabra y eso convierte el corazón de una persona y la hace bienaventurada, ya que todo aquel que escucha la instrucción, será sabio, siempre y cuando no la menosprecie y deje que el Espíritu Santo obre en todo tiempo en su vida. Bienaventurados todos aquellos que escuchan a su Creador y que están velando a los pies de Jesús día a día, porque todo aquel que permite que la Palabra se haga vida en él, alcanzará el favor del Señor y por supuesto la vida eterna en los cielos. Pero si tristemente alguno peca contra Él y no se arrepiente así mismo se daña y perderá la vida eterna que Dios ofrece por gracia a los que le aman y se entregan a Cristo (Proverbios 8:34-36). En estos tiempos de tanta confusión que nos ha tocado vivir, debemos de estar claros en que nuestra mejor inversión es en el Reino de los Cielos, lo cual significa que seamos personas que en lugar de buscar prosperar solo económicamente, busquemos ganar almas para Dios y para Su Reino, multiplicando de esta manera nuestros talentos para que en el día que nos presentemos delante del tribunal de Cristo a dar cuenta de nuestra vida aquí en la tierra, podamos escuchar: bien hecho siervo fiel (2 Corintios 5:10, Mateo 25:14-30). Y obviamente esa persona obtendrá el regalo de la vida eterna porque supo multiplicar todo lo que Dios puso en sus manos incluyendo pelear por la salvación de otras vidas, porque ese es el verdadero tesoro que debemos acumular bajo nuestro nombre. El ser declarados verdaderos hijos de Dios que no escatimaron ni su propia vida, con tal de agradar a nuestro Padre Celestial. Solo Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por gracia nos está permitiendo cambiar el mundo para la gloria de Dios (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.