¿Cómo estamos representando a Dios en la tierra?
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 Corintios 5:20 (RV1960)
Cambiador del Mundo: Hoy es un buen día para detenernos por un momento y pensar de qué manera estamos representando a Dios, el cual nos ha llamado a ser hijos suyos y sus embajadores en nombre de Cristo, durante el tiempo que nos reste vivir aquí en la tierra.
Como cristianos nacidos de nuevo, tenemos la responsabilidad encomendada por Dios de llevar nuestro testimonio hasta el último rincón de la tierra y que muchas almas que no conocen aún a Jesús, puedan arrepentirse y recibirlo como su Señor y Salvador.
*Debemos darle la oportunidad a todos, que vean en nosotros la vida de Cristo, el cual por su amor y gracia nos está transformando y santificando, para que un día cuando nos presentemos delante de su trono, estemos aprobados y recibamos como galardón nuestra corona y la vida eterna en los cielos (2 Timoteo 4:8).
El Apóstol Pablo nos exhorta a vivir obedeciendo la palabra de Dios y enseñándola día a día, para nutrir nuestra fe, hablar solamente lo que Dios habla y desechar fábulas y opiniones personales (1 Timoteo 4:1-7).
Si fuéramos la única persona cristiana en nuestro círculo de personas con las que nosotros convivimos, ¿Que le gustaría a Dios que habláramos con ellos?
La palabra dice que por nuestro testimonio muchas personas dejarán su vida de pecado y se consagrarán a Dios (Santiago 5:20, 1 Corintios 9:19, Daniel 12:3, Proverbios 11:30).
*Que nuestra vida inspire a todos a levantar su mirada a los cielos y tener una relación personal con Jesús, porque es lo único que tendrá valor cuando estemos delante del Padre en la antesala de la eternidad (2 Corintios 5:10).
Revisémonos hoy y preguntémosle a Dios si lo estamos representando dignamente.
Hoy es tu día de salvación si te entregas a Jesús y lo declaras tu Rey y Señor, tu esperanza de gloria y tu victoria para cambiar el mundo (Romanos 10:8-13, Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.