Derramaré mi espíritu sobre vosotros
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento? Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.
Proverbios 1:22-23 (LBLA)
Cambiador del Mundo: Dios desea un pueblo cristiano que deje la simpleza y que camine con temor reverente, santo y puro porque es la única manera de evitar que se nos acerquen burladores e insensatos que siempre están atacando nuestra fe y nuestro íntimo caminar con Dios. En este proverbio el Señor nos exhorta a regresar a Su reprensión, y esto solamente sucederá cuando pasamos tiempo leyendo Su Palabra y tomando todo el mensaje en nuestro corazón, para no dejarlo solamente en nuestra mente, porque es en ese momento que el Señor derrama Su Espíritu sobre nosotros y nos da la revelación de Sus Palabras, por eso la importancia de estar meditado en las Escrituras de día y de noche (Salmos 1:1-3). Cuando Cristo entra a un corazón manso y humilde que tiene hambre y sed de conocerle y de caminar con El, a partir de ese instante, se empieza a derramar la gloria de Dios en esa vida y por supuesto que un cristiano verdadero no estará buscando beneficiarse de Dios y exigiéndole milagros y señales como hacían los fariseos en esa época, sino que solamente buscará poner al Señor en el primer lugar de su vida y amarlo con todo su corazón. No hay duda que cuando una persona vive para Dios, es porque ha dejado que Dios viva en él, y como dijo el Apóstol Pablo también declara: ya no vivo yo, más Cristo vive en mí, y lo que ahora vivo lo hago en la fe del Hijo de Dios (Gálatas 2:20). Por lo tanto podemos refrescar nuestro amor a Dios, descansando en sus brazos a través de nuestra búsqueda incondicional de Su presencia. Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.