Postrémonos a Dios con humildad y estaremos seguros
Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo.
1 Pedro 5:5-6 (LBLA)
Cambiador del Mundo: Los pecados de Adán fueron el orgullo y la rebelión y esa es la herencia que tiene el hombre natural que camina sin Cristo. Dios sigue buscando un corazón contrito y humillado que se revista de humildad para que esa persona pueda ser exaltada y bendecida por Dios en Su tiempo (Filipenses 2:1-4). Cuando vino nuestro Señor Jesucristo a la tierra, fue hijo de un humilde carpintero y de una mujer también revestida de humildad que fue María. No se lee en ninguna parte de los Evangelios que Jesús hubiera tenido una vida ostentosa o que sus actitudes fueran arrogantes sino al contrario el Apóstol Pablo dice que haya en nosotros la misma actitud que hubo en Jesús, el cual siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra y toda lengua confiese que Jesús es el Señor para la gloria de Dios Padre (Filipenses 2:5-11). *Esa también tiene que ser nuestra actitud y debe comenzar hoy porque esa es la voluntad de Dios. Que por el amor y la gracia del Altísimo, Cristo sea en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!